Te presento una nueva forma latente de hacer musica, al ritmo extraño pero siempre potente del Brit Pop...Coldplay, Keane, Radiohead, The Verve...

Sunday, September 17, 2006

The verve un grupo recordado por siempre

El éxito de The Verve, cuarteto inglés especializado en un pop de guitarras psicodélico, no fue inmediato. A la banda más exitosa de la temporada 1997/98 le llevó 8 años alcanzar el éxito comercial y el respeto de la crítica; y entonces, cuando estaba en la cima, confirmando su fragilidad, se separó.


Richard Ashcroft (voz), Simon Jones (bajo), Peter Salisbury (batería) y Nick McCabe (guitarra), eran todavía adolescentes -compañeros de colegio en Wigan que compartían su amor por la psicodelia, los Beatles, Funkadelic y el rock alemán de los '70- cuando debutaron en la fiesta de cumpleaños de un amigo en agosto de 1991.


Un tiempo atrás, mirando su ciudad natal desde una colina, Ashcroft había reflexionado: De esos millones de luces, ninguna me conoce, y nosotros nos estamos pudriendo acá sin hacer nada. "Esa fue la primera chispa", asegura. "Después de eso, todo lo que Simon [Jones] y yo teníamos que hacer eran dos llamados telefónicos a nuestros viejos amigos de la escuela [Salisbury y McCabe] y arreglar unas jam sessions, y teníamos una banda."


Empezaron a tocar desde que se ponía el sol hasta el amanecer para divertirse, en los estudios Spash, una pequeña y húmeda sala de ensayo de Wigan.


"Había cortinas negras en las cuatro paredes, un cielo raso bajo de poliestireno estilo años '70, una alfombra húmeda y raída", recuerda Jones. "Lo que hacíamos era agarrar nuestros instrumentos y, sin decir una palabra, tocar lo que fuera. Improvisábamos. Nunca nos sentamos y dijimos, Queremos ser una cruza entre los Beatles y tal cosa o tal otra. Nunca hicimos covers. Tocábamos lo que surgía".

"Sé que Wigan nos formó", asegura Ashcroft, "recuerdo haber sacado todo lo que pude de esa ciudad durante veinte años. Un amigo que vivía allá fue muy importante para nosotros. Se llamaba Wayne y a él le debemos nuestra educación musical. Mientras nosotros tratábamos de hacer música, él se encargaba de alimentar nuestra cultura. Nos la pasábamos fumando porro y escuchando sus discos. En vez de andar peleando por ahí, como el resto, nos quedábamos bebiendo juntos toda la noche, soñando. Fueron los años más bellos para The Verve. Me sentía como un dromedario que llena su joroba antes de atravesar el desierto. Y sigo alimentándome de todo eso: a veces por casualidad oigo una canción que escuché una sola vez, en alguna de esas tardes llenas de humo, y me doy cuenta de que la conozco de memoria y sé hasta qué punto me influenció... Aunque tuviéramos nada más que 16 años, era algo muy serio, una especie de seminario intensivo de cultura musical. No dejábamos de lado ninguna punta, quería conocerlo todo, de Miles Davis a Burt Bacharach, de Boulez a Parliament... Eso nos permitió sacarnos de encima muchas barreras innecesarias y encontrarnos con un gigantesco espacio a nuestra disposición. Conozco las ventajas de poder citar al mismo tiempo a Abba, Coltrane y los Stooges."


En 1992, Verve (como se llamaron hasta que el sello discográfico del mismo nombre los obligó a llamarse The Verve) firmó contrato con Hut Recordings, una subsidiaria del sello Virgin en Inglaterra. Su fuerte era la presencia de Ashcroft, un joven flaco y alto, con pasta de estrella de rock, elegante y atractivo. Su debilidad también, especialmente cuando su adicción a las drogas y la paranoia subsecuente comenzó a generar tensiones dentro del grupo.


Sus primeros sencillos, con largas zapadas como "Feel" y "Gravity Grave", eran un suicidio como hits: cada tema duraba ocho o diez minutos.


En 1992, la banda editó The Verve EP, con cinco temas anclados en la psicodelia. La crítica se entusiasmó.


A Storm in Heaven, editado en 1993, su primer LP, fue uno de los discos debut más esperados de los '90. El álbum captura la energía adolescente de Verve, sin demasiado brillo. Largas canciones con pequeños hallazgos, dispersión y psicodelia aturdida.


Todavía les llevaría tres discos deshacerse de la mediocridad. Pero la gran mayoría de los grupos nunca lo logran, así que ¿qué importa?


Sólo con Urban Hymns, su tercer LP, lograrían contener esa tendencia a la psicodelia exagerada de sus discos previos, que parecía esconder una definida falta de talento.


En 1994 editaron No Come Down, una colección irregular de lados B y temas en vivo.
Esos primeros años casi significan la separación de The Verve. Las sesiones de grabación de A Northern Soul (1995), su segundo disco -alimentadas por la ingestión masiva de éxtasis- resultaron una dura combinación de intensidad creativa y desavenencias personales.


Sobre esa grabación, Richard Ashcroft recuerda: "Fueron cuatro meses intensos y locos. Realmente locos. En formas geniales y formas terribles. En formas que sólo la buena música y las malas drogas y las emociones mezcladas pueden crear."


Tres meses después de la salida del disco, Ashcroft dejó la banda. Un tiempo antes había expulsado salvajemente del grupo a su excelente guitarrista Nick McCabe. El resultado: la depresión nerviosa de este último, y la evidente impotencia de The Verve.


Una semanas más tarde Ashcroft volvió a los ensayos con Jones, Salisbury y el guitarrista y tecladista Simon Tong, otro ex compañero de colegio de Wigan. Ashcroft tenía escritas una serie de canciones sobre las que empezaron a trabajar. Entraron incluso a grabar, pero las cosas no funcionaban. Faltaba todavía un año y la reconciliación de Ashcroft y McCabe, para terminar Urban Hymns y para que Verve -ahora quinteto- se recuperase y alcanzara el éxito masivo de público y crítica.


"Muchas veces pensé que había pasado mi hora", asegura Ashcroft. "Seguía haciendo música, pero estaba perdido, no podía encontrar el camino hacia el lugar en el que estábamos antes de separarnos. Y después de buscar por todas partes inútilmente, me di cuenta de que sólo necesitaba una cosa para volver a encontrar mi camino: un simple llamado telefónico. Era la única solución para The Verve: llamar a nuestro guitarrista Nick McCabe, volver a pegar los pedazos. Y apenas empezamos a tocar juntos nuevamente, todo volvió a ser como antes."


"Si me quedara solo, podría seguir grabando," continúa. "Después de todo, compongo la mayor parte de las canciones. Pero nunca podrían tener semejante amplitud. Por eso me cuesta dar entrevistas: lo importante son nuestras canciones, el grupo como unidad. No los individuos que lo componen. [...] Cuando estamos juntos, sabemos que pasa algo que nos supera completamente. Mi error fue tratar de comprender lo que pasaba. Y lo que hace falta es dejarse llevar, no tratar de controlar nada. El día en que empecé a reflexionar acerca de nuestra música, fue el final. En Urban Hymns dejé que la música fluyera sin tratar de contenerla, descubría mis propia canciones escuchándolas, una vez que estaban terminadas, en los auriculares. No podía creer que esas canciones fueran las mías. ¿De dónde venían? Estaba muy impresionado."


"Bitter Sweet Symphony", el primer sencillo de Urban Hymns, editado en 1997, alcanzó el Top 5 en el Reino Unido, y "The Drugs Don't Work", segundo sencillo, llegó al primer lugar la semana de su lanzamiento.
Urban Hymns recibió críticas excelentes, y entró al chart del Reino Unido en el número 1. Fue considerado unánimemente el mejor disco de Verve, y uno de los mejores, si no el mejor, de ese año. La banda se separó oficialmente el 28 de abril de 1999, no sin antes haber cosechado su merecida recompensa.


Sin embargo, su particular historia es prueba de su inestabilidad pero también de su amor propio, y del convencimiento de que el grupo es algo más que la simple suma de sus partes.


Cuando se separaron en 1996, Ashcroft había declarado: "The Verve es una banda humana, así es como suena la música, y es por eso que todo sucedió de la forma en que sucedió. Somos seres humanos, la música suena como hecha por seres humanos, y los seres humanos tienen sus problemas. No somos robots: necesitábamos tiempo para poner en orden nuestras cabezas. "En el último año he tenido montones de experiencias en las que la gente intentaba que hiciera cosas por ellos porque les daba esta imagen de... no sé lo que es, esta noción de algo que el dinero no puede comprar. Pero ese es el punto. Constantemente, hemos hecho sólo aquello que queríamos hacer, y si eso significaba que teníamos que desaparecer durante un tiempo, entonces, que así sea..."

0 Comments:

Post a Comment

<< Home

 

numly esn 34610-061025-263237-50

© 2006 All Rights Reserved.